Mi realidad… El sueño

“Cuando crees que la lactancia por fin es un tema superado, mil cosas pueden pasar y cuando no las conoces pueden ser raras e incómodas, pero cuando sabes a lo que vas, podemos normalizar el sueño, el gran tema posterior a la lactancia materna”

 

“Cuando uno cuenta que serás madre/padre te dicen esa absurda frase, “aprovecha de dormir”, absurda porque no hay una alcancía, una forma de dejar las reservas de horas dormidas, lo que sí es verdad, por lo menos en nuestro caso, es que se empieza a dormir poco, que al comienzo se hace pesado, que con el tiempo uno se acostumbra y que si bien las noches son parecidas, hay unas más difíciles que otras. Nuestra hija tiene ya 8 meses y duerme en su cuna de colecho, pegada a nuestra cama, puedo abrazarla, darle la mano y muchas veces durmió sobre mi pecho, otros ratos en nuestra cama. Hace poco el pediatra no sugirió cambiarla a su pieza, pero para nosotros aún no es el momento ¿Por qué? Porque aún despierta muchas veces y cuando lo hace me mira y sabe que estamos ahí, porque a uno como adulto le gusta dormir acompañado y creemos que a nuestra hija también, porque hace frío y porque nada nos apura, porque disfrutamos y somos felices de tenerla. En unos 2 a 3 meses más, evaluamos como seguir y aunque ella duerma en otra habitación, nosotros ya no dormiremos igual, por que ya no somos iguales” (Mamá y Papá de Tamar)

Hablar de sueño no es fácil, es complejo pensar que de dormir 8 horas diarias pasamos a dormir 1 hora o incluso menos

¿Cómo la naturaleza nos hace algo así?

¿Tenemos las capacidades de afrontar esta nueva situación que quizás nunca nos planteamos?

La verdad es que si y no, el cerebro materno se prepara para que la madre sea una mujer que puede sobrellevar todas las situaciones en pro de la vida de su bebé, lo protege, lo cuida y saca las garras si es necesario, este ser indefenso, con cero independencia, que es una extensión de nosotras, nos necesita ahí, presentes, y gracias a estos cuidados le permitimos hacerse una imagen mental del mundo. La mujer tiene la capacidad de llevar esta situación, pero no solo en ella recae esta responsabilidad, el trabajo de cuidar un bebé es compartido, por el padre o cuidador, pero también por las redes de apoyo, cuidar un bebé requiere que personas y redes que también cuiden a la madre, que la mayor parte del tiempo estará amamantando, estas redes deben ser confiables porque de lo poco que duerme la mamá, si su bebe esta con personas confiables o cuidando el sueño de ambos, será mejor y más reparador, no hay técnicas para dormir mejor, solo experiencias y bajarnos al nivel de nuestros bebés, cuando menos te lo esperes estarás pensando en porque no se pasa a la cama con ustedes.

 Son momentos, son etapas, la evolución nunca nos creó para vivir este momento en soledad, si no miremos nuestros antepasados, vivían juntos, se apoyaban, las familias eran grandes, y cuando nacía un bebé venía mucha gente a apoyar, hoy las cosas han cambiado, pero nos podemos adaptar, seamos ingeniosos y busquemos formas para que estas mamás estén mejor y para que podemos entender a nuestros bebés

Les dejo algunos testimonios sobre sueño, quizás algunos pueden ser de ayuda, para ver que se pueden ver reflejados en ellos y si lo deseas comenta para saber su situación y unirte a esta comunidad.     

“Uff un gran cambio desde el embarazo empecé a dormir mal. Dolor de espalda y ansiedad por los cambios que vendrían…una gran guata que no me permitía apoyarme bien. Ya nacida la Florencia siento que he tenido oportunidades de dormir, pero he preferido mirarla y cuidarla. Me enamoré de mi bebita y le vigilo el sueño 🥰😅. Ella duerme harto yo coloque alarmas para despertarla y no pase de largo sin comer. Nació con el sueño cambiado despierta toda la noche y duerme todo el día, pero ahora ya con 3 semanas lo cambio naturalmente”

“Si mi bebe también duerme mucho mejor cuando duerme con nosotros”

“Ahhhh si, esa es la receta parece 🤣. Dormir cerquita, Yo anoche lo desperté para mudarlo a las 4, y él habría seguido durmiendo, hay que ceder nomas, ya llegará el momento que duerman solitos (antes de los 6 años espero jajaaj)”

“Siiiiiii, nosotros para poder descansar decidimos que duerma con nosotros, además que me da pena jajajajja que duerma solita tan pequeña a mí me carga dormir sola”

Y para finalizar un testimonio escrito es momentos donde logras entender a esta personita

“Y bueno, ya superado relativamente el tema de la lactancia inicial, y favorablemente luego de coincidir con una persona maravillosa que es mi asesora de lactancia, aparece el tema del sueño, que al mirar hacia atrás siempre estuvo, es solo que doña lactancia le robó su debido protagonismo, por decirlo de algún modo, y ahora vuelve en gloria y majestad.

En mi caso, me considero bien matea, traté, por tanto, de instruirme y leer en el embarazo sobre los brotes de crecimiento y regresiones de sueño, hasta que, en cierto punto, pensé que ese conocimiento me iba a predisponer e impedir vivir el día a día de modo más “casual” y me detuve un poco.

Y bueno, a casi dos meses de la llegada de mi hijo, veo cómo su sueño cambia, al igual que lo hace su carita y cuerpo. A ratos, especialmente en la noche, baja la angustia, el temor y la culpa de no estar haciéndolo bien, porque en mi caso, transitamos desde dormir en su cuna colecho casi toda la noche durante más de un mes, únicamente con dos despertares nocturnos, a negarse a su cuna (por más estrategia que intenté) y a querer dormir sobre mí, mientras que resto de la noche, solo permanece tranquilo en la cama que compartimos con mi marido.

Y mientras nosotros, con toda esta información aprendida y leída, transitamos como padres en el temor asociado a que nuestro pequeño duerma en nuestra cama y las cosas terribles y temibles que podrían suscitarse, versus la necesidad que vemos en nuestro hijo, de estar con nosotros, de sentirse protegido, acogido, contenido. Tácitamente hemos como padres acordado, tomando las precauciones, ceder y responder a las necesidades de nuestro hijo, comprendiendo que esta etapa no vuelve, y que lo que queremos es criar a un niño que tenga la certeza, de que siempre estaremos para él cuando nos necesite. ¿Temor, culpa? Si, a ratos, en esta tendencia a cuestionarse tanto. Solo esperamos estar haciéndolo bien (Claudia Pulgar, mamá de Tomás )

Si sientes que te identificas, te invitamos a ser parte de nuestros grupos de apoyo virtuales o de nuestros talleres y charlas.

2 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *