la historia de nuestra aventura

Quiero contar mi historia porque quiero compartir que no siempre todo es como uno lo idealiza.
Mi nombre es Teresa tengo 26 años y una bebé de 3 meses.
Mi sueño siempre fue ser mamá, mi idea siempre fue serlo a los 30 años para poder tener algunas metas materiales logradas como la casa propia, el auto, etc.
Por un cambio hormonal debido a la baja de peso quedé embarazada tomando pastillas. Todo inicio post fiestas patrias después de haber bebido muchos terremotos y comido muchas empanadas, me sentía super mal del estómago, náuseas y acidez, decidí ir a ver un médico, pedí hora pensando que podría ser una gastritis o algo similar post fiestas patrias, pero como tenía un atraso de 3 semanas (algo que era normal en mí) decidí hacerme un test para no hacer el loco con el doctor por si preguntaba riesgo de embarazo decir confiada que no, me hago el test y sin ninguna Fe marco positivo, en ese momento no reaccioné ni pensé nada, me puse super nerviosa y corrí a despertar a mi pololo, prendí la luz y le pase el test, yo solo reía de nervios, él me miró y se puso a reír igual, no podíamos decir nada fuerte por qué estaba mi mamá, durante el día me repetí el test y volvió a salir positivo y en esa confirmación nos emocionamos más, siempre sentí mucho miedo, ya que al tener sobrepeso sabía que podría ser un embarazo complicado debido a esto más la hipertensión crónica hereditaria, pedí hora con mi ginecólogo para poder confirmar que todo estaba bien, gracias a Dios todo estaba bien, era un embarazo de 7 semanas, pasaron las semanas y yo siempre pensando lo peor siempre con miedo a sufrir una pérdida hasta la ecografía de las 14 semanas viví con ese miedo, cuando la ví y sentí su corazón y verla tan viva, tan inquieta moviéndose mi perspectiva cambio, era real, estaba dentro de mi creciendo fuerte y aferrada a la vida, mi pancita iba creciendo me dieron antojo de jugo de mango, fue mi único antojo, me fui a inscribir al consultorio para llevar un doble control al ser alto riesgo, respecto a la atención de consultorio nada que decir muy preocupados, monitoreos y exámenes constantes, y en la semana 19 desarrolle diabetes gestacional lo que aumento mis controles y exámenes, me dieron licencia laboral así que ya estaba en casa para poder seguir dietas estrictas, no fue suficiente con eso llegando a tener que inyectarme Insulina, desde ese periodo lo viví mal, por qué vivía estresada por respetar horarios de comidas, me tenía que pinchar el dedo 8 veces al día para medir la glicemia antes de las 4 comidas y 1 hora post comidas, exámenes semanales en el consultorio, las posibilidades de tener a mi bebé en la clínica iban disminuyendo, pero no perdía la fe en que si podría. En el consultorio me decían que mi bebé era grande y que en el sistema interrumpen el embarazo en la semana 37/38 y que si pesaba más de 4 kilos sería programada una cesárea, yo prefería parto normal, pero tampoco me cerraba una cesárea, ya que me importaba que todo saliera bien y el riesgo más bajo para mi bebé y el mío por mi condición de hipertensión. En la semana 36 fui a la clínica para poder programar el pad y el parto y me negaron la atención con bono pad no fue por la hipertensión fue por la diabetes gestacional por qué llegue al punto de inyectarme Insulina, En ese momento se me caía el mundo por qué no quería irme al hospital siempre me habían contado malas experiencias y con el tema de la Pandemia era más inseguro y también más estrictos, ya que no aseguraban que el papá pudiera entrar al parto. Me ofrecieron pagar el parto sin bono pad, pero era mucho dinero como 3 millones y si había complicaciones no estábamos cubiertas y podría salir aún más caro.

Ese mismo día tenía control en el consultorio y la doctora decide que debía Hospitalizarme por presión un poco alta y ya estaba cerca de la semana 37 y necesitaban controlarme lo más posible antes del parto, con mucha suerte no había camas en el hospital, a mí me daba terror, me rehusaba a irme al hospital antes de lo que debía, me avisaron un día martes que ya había cama disponible para mí, tenía que estar antes de las 22 horas allá, estando ahí lloré todo el día ya que al otro día era mi cumpleaños y no me quería ir, era un día martes y tenía 36+5 en ese momento, de la atención de las matronas nada que decir, nos monitoreaban cada 4 horas los latidos de bebé, presión, temperatura y glicemias para mí.
Al día siguiente, mi cumpleaños, el doctor me dice que me iban a inducir el parto el día jueves, 1 pastilla la dividirían en 4 partes, administrada vía oral cada 4 horas, llega el día jueves y a las 7 AM me dan la primera parte, a las 11 hrs la segunda y comencé a sentir leves contracciones, a las 15 hrs me dan la 3era y comencé a sentir más fuertes y constantes las contracciones antes de darme la última parte, la Matrona me dice que no va a seguir la inducción por qué no había pabellón disponible para cesárea disponible en caso de que fuera necesario, fue horrible por qué las contracciones ya estaban y no había como retroceder, pase una tarde y una noche terrible entre la frustración, contracciones, estaba sangrando demasiado y no me dilataba, a eso de las 4-5 de la mañana me puse a caminar por todos los pasillos para poder estimular la dilatación que estaba en 3 cm recién y suavizar el dolor.
Yo decidida después de todo lo que había sufrido le digo al doctor en la visita de las 8 AM del día viernes que quería que programarán una cesárea por qué no quería volver a pasar por lo mismo otra vez y me la negaron haciendo mención que no era mi decisión y que la cesárea era en caso de emergencia, me puse a llorar y me sentía tan frustrada, tenía pena, me sentía sola e indefensa ya que mi opinión no valía nada, a las 11 AM me dieron nuevamente la primera pastilla a las 15 la siguiente, las contracciones eran 3 por minuto y yo no me dilataba, me revolcaba en dolor y a eso de las 18 horas me trasladaron a sala preparto, le avisé a mi pololo que podía venir al hospital por qué en cualquier momento ya podía nacer, no lo dejaron entrar para el trabajo de preparto por protocolos Covid-19, ya que éramos 3 en trabajo de parto, tenía 4 de dilatación y me preguntaron si quería anestesia y dije que si por qué a pesar de tener tantas contracciones no me dilataba, a las 20 horas recién avance a 6 cm de dilatación, presencié el parto de la chica de enfrente y escuché el de una mujer haitiana que estaba en otra sala, mi mente estaba súper ansiosa quería estar con mi pololo y salir luego de eso para tener a mi bebé en mis brazos, a las 22 horas me dilate a 8 y a las 23 horas llegué a 10 cm, hicieron pasar a mi pololo y comenzamos trabajo de parto, recuerdo muy bien ese momento estaba la Matrona, una enfermera y mi pololo. La Matrona lo hizo muy especial por qué hizo participar a mi pololo en todo para ayudarme a pujar, que me sostuviera el las piernas y se formó un equipo entre él y la Matrona. Llevaba como 25 min de parto y llaman al ginecólogo, él llega y la Matrona le dice que estaba mi bebé atorada y que no salía, él me dice, cuando venga una contracción puja con todas tus fuerzas (ya se había ido el efecto de la anestesia) cuando viene la contracción pujó y nace mi bebé, rápidamente la limpian un poquito, ella larga un chillido y me la suben al pecho con cordón umbilical aún sin cortar y se van, nos dejaron media hora a solas con nuestra bebé, fue algo hermoso, verla, sentir su olor que era tan peculiar, jamás había sentido ese olor y no quiero olvidarlo jamás, ver cómo abrió sus ojitos al escuchar la voz de papá, lejos el momento más importante de mi vida, su nacimiento, me emocioné mucho, pero no pude llorar, no sé por qué. Luego de eso me llevaron a la sala estaba la haitiana con su bebé que había nacido 1 hora antes que mi Domi, también era niñita, le pidieron a mi pololo que se retirara y me quedé sola con mi Dominique, me la puse al pecho y comenzó a succionar muy flojita, pero fue algo tan especial, me sentía rara no podía creer ese momento, no sabía si salía leche, si estaba bien como ella o yo lo hacía, no recuerdo mucho para ser sincera como fue esa noche completa, estaba cansada después de todo lo vivido, todo lo que pasé para poder tenerla en mis brazos.

En esa área ya no estaba con las mismas matronas ni ginecólogo, era personal nuevo, no tan agradables como en preparto, también monitoreaban a bebé y mamá cada 4 horas, la Matrona me apretó la mama para ver si me salía leche y si, bastante, me dijo ella, pero según yo era poco, el segundo día (sábado por la noche) la Domi lloraba mucho y yo me la ponía al pecho, succionaba un poco, después no quería, o quería estar toda la noche pegada, me sentía súper agobiada, no sabía que le pasaba, me daba miedo que le diera una hipoglicemia (era uno de los riesgos al haber tenido diabetes gestacional) una Matrona muy amorosa fue a verme, la tomó, la intento calmar, me dió unas mini clases de cómo dar pecho y luego de eso se calmó por un rato, pero volvió a lo mismo así que me trajo un relleno y se le pasó, luego en el día lo mismo, yo lloraba por qué no sabía que pasaba, me sentía sola, quería irme a la casa, no teníamos visitas y me quedaba un día más, no todas las matronas tenían esa paciencia o la iniciativa de ir a ver qué pasaba con mi bebe, llegó la noche del domingo y era lo mismo lloraba mucho, fue otra Matrona e intento hacer lo mismo, estuvo conmigo acompañándome para yo poder ir al baño e intentar descansar un ratito. Llegó el Lunes y la bebé de la chica Haitiana comenzó a llorar también muy fuerte, en la madrugada llegaron a controlar los signos de los bebés y la enfermera tomo a la bebé y le dijo la traigo en un momento, quedamos todas extrañadas, no dijeron nada pasadas un par de horas me paré en el pasillo y veo a la pediatra y al auxiliar con una incubadora corriendo por el pasillo y gritando Paro! Paro! Lo primero que pensé fue en la bebé, traté de olvidarme del tema y pensar que estaba bien. Le pregunté a una enfermera si sabía algo de la bebé de la chica haitiana ya que habían pasado muchas horas y me dice que luego le iban a dar información, cuando entra un haitiano que cumplía el rol de traductor, la pediatra, Matrona y enfermeras y le dicen que habían hecho todo lo posible pero que no habían logrado salvar a la bebé y que había muerto, que lo sentían mucho, yo abrazada a mi Dominique mirando por la ventana llorando desconsoladamente, me rehusaba a qué eso había pasado, Joseph así se llamaba la haitiana mamá, gritaba, fue desgarrador, creo que para mí ha sido el episodio más fuerte, se la llevaron de la pieza por qué ella quería ver a su bebé y despedirse de ella, yo realmente quedé muy mal, paralelo a eso yo estaba a la espera del examen de la bilirrubina de mi Domi ya que el pediatra la había encontrado amarilla y había un 80% de probabilidad que saliera alta y tuviera que quedarse ella unos días más, el miedo me invadía por qué el hospital me daba el alta a mí pero no a mi bebé y tampoco podría verla si ese era el caso, después de una larga espera deciden darnos el alta a ambas pero con observación para mí bebé por qué había salido un poco alto pero no tanto. Me fueron a buscar y salí con la esperanza de no volver más, en ese lapso de la mañana después de lo que había vivido no quería darle pecho a mi bebé por qué pensaba que le podía traspasar la pena o que le podía hacer mal a ella mi leche, igual le daba pero ella no paraba de llorar, antes de irme de alta la enfermera le dió un relleno y yo al salir del hospital con ganas de no querer volver más me fui derecho a la farmacia a comprar un relleno en caso s.o.s y una pezonera que me había recomendado una compañera de cuarto y una mamadera ya que no me había preparado para eso, llegue a casa y lo primero fue darle mamadera, me empecé a refugiar en qué no sabía si me salía leche o que no sabía darle o ella tomar, cuando se me empezaron a congestionar los pechos y a caer la leche, rápidamente me conseguí un extractor manual y al ver que me salía harta leche pero que no tenía un buen acople decidí bajo mi ignorancia darle de mi leche pero en mamadera lo cual no fue viable ya que en malas palabras me pillaba la máquina, pasaba más tiempo intentando sacarme leche y ella ya tenía hambre de nuevo así que acudía a relleno, luego decidí establecer lactancia Mixta, comencé a leer y a investigar más sobre el tema de la lactancia, en el fondo yo no sabía que quería si Lactancia materna exclusiva o mixta o relleno, para mí era más cómodo el relleno por qué cualquier podía darle la mamadera, pero por otro lado me invadía la culpa ya que sabía que el relleno no era lo mejor para ella si a mí sí me salía leche y harta.

En el control de los 10 días la Matrona del consultorio me hizo una pequeña asesoría de posición para amamantar, me dijo que quizás no iba a ser sostenible en el tiempo mi leche ya que la succión del bebé era lo que estimulaba. Seguía en mi cabeza con una mezcla de emociones llorando a ratos entre recordar todos los días y a cada rato lo vivido en el hospital, no dormir mirando que mi bebé estuviera bien, respirando, que hacer respecto a la alimentación, a la Domi le sonaba mucho su guatita después de tomar relleno así que comencé a ponerla más rato en el pecho y explorar simplemente entre posiciones, acople, etc. Ya estaba disminuyendo el relleno dando solo en las noches, después como de 3 semanas recién comencé a atreverme a darle 100% pecho uno que otro día le daba relleno, pero la Domi ya estaba teniendo confusión con el chupete, logré como al mes establecer Lactancia Materna Exclusiva, pero me dolía mucho al dar con el lado izquierdo así que por recomendación de la Matrona del consultorio llegué a Lacta Planet, me hizo la asesoría la Caro y fue lejos lo mejor, cambio 100% mi actitud, resolví muchas dudas respecto a la lactancia después de aplicar mucho lo aprendido, terminé dominando el amamantamiento, podía dar pecho sin dolor, mi bebé había comenzado a subir de peso, respecto a las crisis de crecimiento puedo decir que fueron muy notorias, la primera fue esa segunda noche donde le di el primer relleno, ya que no sabía que estaba pasando y nadie me lo explicaba, luego la que era entre los 15-20 días le dio entre los 12 y 17 días, la de las 6-7 semanas le dio justo en la 6. Todas muy notorias, ya que la actitud de ella cambia al ponerse más mañosita, que quiere pecho pero se enoja con el pezón en la boca, espalda encorvada, quiere estar todo el día pegada.

Gracias a qué había leído mucho y a la asesoría se puede decir que estaba preparada así que yo me entregué a ella 100% que haga lo que ella quiere si quiere toma, si no quiere no, de esa manera he sabido llevar mi Lactancia no me estreso respecto a eso por qué sé que su peso está súper bien, disfruto mucho nuestros momentos en el que ella está en mi pecho, respecto a lo vivido, estoy con psicólogo, me estoy haciendo cargo de mi salud mental, por mi, por mi hija por mi familia, no es una depresión post parto pero si un shock traumático, pero con ayuda de mi pareja y el amor incondicional por mi Dominique creo exitosamente vamos saliendo adelante.
Y en resumen respecto a la maternidad lo que me queda de lección en lo que llevo de mamá es a no planificar no idealizar un embarazo, no idealizar el momento del parto, no idealizar como será tu bebé, la marca del pañal, la talla de ropa, si vas a dar mamadera, pecho ya que todos los embarazos y bebés son diferentes, lo mejor es entregarse al momento e ir tomando decisiones según la circunstancia e informada
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